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Crónica de una experiencia nueva, por Juan Felipe Camargo caro, asistente de Asopaf

01.11.2013 13:26

 

Esta crónica relata mi vivencia como asistente de Asopaf, relata las personas, los trabajadores como Elena y Amanda, los ambientes, las experiencias y mis mismas opiniones sobre este trabajo que a simple vista se ve fácil.

Jueves 9 de mayo del 2013

 

Llegue a mi hora habitual (7:00) por mi transporte, apenas llegué descargue mi mochila y atendí a unos niños, y desde ahí me dí  cuenta de que trabajar en Asopaf es un  trabajo en el que desde que llegas, trabajas ya que los niños siempre necesitan algo.

 

Después de atender a esos niños  llegaron una manada de niños de quinto y me dí  cuenta de que son muy irritantes, yo por suerte no los tuve que atender porque me hubiera vuelto loco, son gritones, irrespetuosos, indecisos e irritantes.

 

Mientras Elena los atendía, yo a las 7:25 facturaba todo lo que se había vendido el día anterior, desde las 7:25 hasta las 7:40 estuvieron los niños ahí, en ese momento me di cuenta de que Elena es una persona con mucha paciencia.

Apenas los niños se fueron volvió la paz y el silencio.

 

Desde que los niños se fueron Elena tuvo que ver  un montón de papeles, de cuentas y más cuentas, ya que Asopaf estaba encargada del evento del día del niño, el cual era al día siguiente “viernes 10 de mayo”,  Elena estaba bastante atareada revisando todas las cuentas.

 

Mientras yo seguía facturando todo lo vendido el día anterior “miércoles 8 de mayo”, llegó  otra vez un niño de quinto, me pareció muy confianzudo con Elena, porque le hablaba y la  trataba como a cualquier amigo, sin ningún respeto, ella siendo una mujer adulta merece respeto y buen trato, ya que no es ningún compañerito de la clase ni nada por el estilo.

 

Después de que se fue le dije a Elena “ que fastidiosos son los niños de quinto no?” y ella me dijo  “ uy si, bastante con solo escucharlos venir yo digo “ Dios dame paciencia para atender a estos niños “ porque o si no me vuelvo loca “  .

 

Mas tarde llegó un niño de sexto y me preguntó que porque estábamos haciendo eso y yo le dije “¿que?” y el me respondió “si, porque los están poniendo a trabajar, ayer había un niño en la tienda y hoy un niño me estaba dando clase” y yo le explique que era un trabajo de español para realizar una crónica, después compró un lápiz y se fue.

 

Tiempo mas tarde, llego un niño de segundo, el cual me hizo reír mucho, porque miro de todo y no compro nada, pero se llevo 5 bolsas plateadas ya que Elena le dijo que ella le regalaba una, y el niño decía “bueno mejor 2 o no mejor 3 o 4 o no mejor 5”, me pareció mu tierno como siempre los niños pequeños con su ternura e inocencia infantil.

 

Después por fin acabe de facturar, antes yo me preguntaba para que servia el computador en Asopaf, ahora ya se para que es, me pareció que facturar es una tarea muy tediosa ya que tuve que facturar tantas cosas, fue una hora o dos haciendo lo mismo “04, enter, F2, el nombre del producto, enter, numero, enter, enter otra vez” y así sucesivamente.

 

Después llego una señora llamada Catalina a ayudarnos con lo del día del niño, ya que a último minuto las señoras de la hermandad mandaron unas galletas, así que el proceso de toda una semana de meter el regalo y los dulces en la bolsa  nos toco hacerlo todo de nuevo, claro está  vez más fácil ya que era solo meter las galletas en las bolsas y ya, pero fue muy demorado ya que toco sacar todas las bolsas de las cajas en las que estaban y meterles galletas y volverlas a colocar en su caja respectiva.

 

Lo malo fue que Elena tuvo que salir a llevar un paquete en lo que se demoró como veinte minutos, así que la tienda quedó sola prácticamente ya que solo estábamos Doña Catalina y yo, en esos veinte minutos llegaron varios niños entre ellos Juan José Gomez de mi curso y Juan Pablo Padilla, así que todo el tiempo tuve que parar de poner galletas en las bolsas para ir a atender a más y más  niños, así que no avanzamos mucho, por suerte llegó Elena, entonces todo se facilitó, ya que mientras ella atendía, Doña Catalina y yo metíamos galletas en las bolsas.

 

Tiempo más tarde, llegó otra señora, la cual nos ayudó a seguir metiendo galletas en las bolsas, después llego Doña Amanda, entonces todo fue más fácil y mas rápido ya que ella también nos ayudó a seguir metiendo galletas, fue muy gracioso ya que todos estábamos metiendo galletas en las bolsas, pensé que nunca iba a terminar eso; yo estaba muy muy aburrido, hasta que por fin sonó el timbre para salir al descanso, yo estaba muy feliz ya que pude salir a comer, descanse por un momento de meter galletas en las bolsas.

 

Como todo lo bueno, el descanso se acabó y yo volví a Asopaf a seguir metiendo galletas, por suerte habían más cosas que hacer y Elena me llamó a hacer  unas etiquetas que se iban a poner en los regalos, (pase de algo tedioso a otro trabajo más tedioso y de ese a otro mas tedioso (que irónico) ahí  me dí cuenta que facturar, no era tan aburridor como meter galletas o hacer etiquetas), así que me la pase haciendo etiquetas con los nombres de todos los estudiantes desde preescolar a bachillerato, mientras tanto Elena hacia los de los profesores.

 

Los únicos momentos divertidos  eran cuando venían niños a comprar cosas, después de hacer etiquetas con los nombres de los estudiantes de preescolar hasta cuarto, se me duplicó el trabajo ya que aparte de hacer las etiquetas, tenía que ir y seguir metiendo galletas en las bolsas y así fue una y otra vez, hasta que por fin otra vez sonó el timbre para el segundo descanso, entonces salí a almorzar.

 

Cuando acabé de almorzar me devolví a Asopaf a esperar a Elena mientras venia del almuerzo, mientras que Elena venia, seguí ayudando a meter galletas en las bolsas, cuando Elena llegó me devolví a  seguir haciendo etiquetas, mientras Elena y yo hacíamos etiquetas, Doña Amanda, Doña Catalina y la otra señora se fueron a almorzar, de pronto, llegó el hijo de Amanda, yo no lo conocía, pero ya lo había visto, yo si decía que se me parecía a alguien, pero nunca había pensado que fuera el hijo de doña Amanda.

 

Tiempo más tarde Doña Amanda, Doña Catalina y la otra señora llegaron, yo ya casi terminaba de hacer las etiquetas, cuando por fin las acabé, me tocó ir y en vez de seguir metiendo galletas, me tocó pegar las etiquetas para los alumnos y los maestros en cada bolsita.

 

Después llego el profesor de educación física  de bachillerato Diego León Durango Oquendo a comprar papel de colores para decorar una caja para el mercado a una personas del colegio, le dió risa que yo estuviera ahí.

 

Tiempo más tarde llego el Padre Rector Olger y también se rió que yo estuviera ahí, en ese momento sonó el timbre y me tocó irme, no sé cómo hicieron para terminar de poner las etiquetas ya que me tuve que ir, pero por suerte todo terminó bien.

 

Casi me deja el transporte era el único que quedaba,  ya todos se habían ido, excepto el mío, por esperarme tuvieron que mandar a un niño a buscarme porque yo no aparecía ya que estaba todavía pegando las etiquetas y no había escuchado el timbre (me salvé porque por poco me dejan).

 

Trabajar en Asopaf, hizo que me diera cuenta, de que en la vida hay que tratar con todo tipo de personas, de que siempre tienes que estar tranquilo y ser muy  paciente, de que cada bello momento de la vida por mas pequeño, corto o insignificante que sea hay que disfrutarlo y aprovecharlo al máximo, de que siempre en vez de enfocarte en las cosas malas de la vida o que te pasan, debes enfocarte en las buenas y bellas, porque o si no siempre vas a pasarla amargado, que tienes que disfrutar con las personas que estas, que siempre por mas amiga o conocida que sea una persona siempre la tienes que respetar.

 

Trabajar en Asopaf es algo que a simple vista se ve muy fácil, pero cuando tienes la oportunidad de trabajar allí, en sólo un día te puedes dar cuenta de que no es como tu piensas, es mas difícil requiere de paciencia y tranquilidad ya que es un trabajo bastante tedioso y también hay que lidiar con varias personas y niños que te sacan de quicio por lo cual no cualquiera puede trabajar allá, tiene que ser una persona muy tranquila y dedicada a su trabajo , también es un trabajo con una jornada muy extensa  ya que se empieza desde las 6:30 hasta las 4:45 y a veces hasta más por cumplir con el trabajo asignado, yo me siento feliz de haber trabajado con personas tan buenas, pacientes y dedicadas como Elena y Amanda.

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